Igual que las respuestas que busca,
Glauca es ambigua.
Nace del fondo y en el fondo.

Glauca dice :¿Por Qué?

Ad Hoc

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Relato; La escalera.

" LA ESCALERA"

Violación; Indica que ha existido un quebrantamiento de origen sexual, el cual menoscaba la dignidad humana y atenta contra el derecho de libertad sexual, siendo definida como violación todo contacto sexual con cualquier persona que no puede (incapaces mentales, menores de edad o personas inconscientes) o no quiere dar su consentimiento.

Todo ha terminado.
Es la segunda vez que al decir esto siento que se cierra un capitulo de mi vida.
Se cierran episodios y se abren abismos.

El primero de ellos me asomó empujándome después, al pánico y al terror más vacío que puede existir. Fue entonces que conocí la duda que corroe más que el acido, la incomprensión de todo lo que había estado claro hasta ese momento, el dolor más hondo que se unía a la soledad más desierta. Supe que era eso de; El rojo cuajado que derrama un cuerpo inerte. Solo quedó como recurso para mantener la cordura, la búsqueda constante de respuestas que calmasen los espasmos de un alma inquieta y confusa que se negaba a permanecer en un cuerpo violado hasta la medula de su corazón y en un estomago que vomitaba constantemente ilusiones negras y podridas.

El segundo abismo me abre en canal a la vergüenza de verme reflejada como nunca quise ser, en el espejo de la venganza que a todos nos pinta deformes e indignos aunque en este caso también soberbia. Orgullo, pecado capital, que también tendré que pagar, por haberlo conseguido, por haber llegado viva, por creerme con la autoridad suficiente de impartir justicia y sentir que, en parte, en una minima parte, el equilibrio del universo esta ligeramente restaurado de este modo.

Todo se fraguó después. No durante. El durante apenas es un suceder de imágenes, un intento de huida, y algo de dolor. No todo. El dolor llega después.
Después. La noche después, las noches de después… no se si llegaron… Todo fue oscuro desde el instante en que su mano se hundió como una daga en mi. Después... Sí, sé que hubo mañanas y más noches porque todas y cada una de ellas las viví con angustia. Y mientras sientes , aunque sea angustia, estas viva. Aunque no lo desees.



Nunca me dejaron en paz. Sus ansias de mí eran perennes. Se paseaban por mis sueños desde que se concebían tímidos y temblorosos, hasta que morían pocos minutos después, inconclusos y planos. Desde que volvían a comenzar sobresaltados y volvían a morir cada vez mas asustados…Una y otra vez, una y otra noche.
Fue durante alguno de esos “después” que deseé con todas las venas que recubren mis intestinos que su estancia en el infierno fuese como mínimo una octava parte de lo que ha sido la mía y que esto los desgastase tanto que perdiesen las ganas de meterse sin invitación en mis sueños. Y en los de otras. Así pues...ya se sabe el dicho; “Ten cuidado con lo que deseas porque puede hacerse realidad”.

Si me preguntasen por qué, les diría sencilla y friamente que porque tengo presente aun hoy y creo que siempre, su sabor a carne putrefacta pegado en el cielo de la boca, que aún creo sentir el escozor que en mis ojos produjo su sudor y oír el sonido de la carne desgarrada, asi como el tan, tan, hueco que produjo mi vientre convertido en un saco roto y vacío de vida pero lleno de golpes. Que sé que reconocería su risa entre mil como una madre reconoce el olor de su hijo entre cientos. Y eso es insoportable. Porque ese olor yo nunca lo podré conocer aunque sí que lo puedo reconocer como el de los cristales rotos.
Porque en ocasiones sin venir a nada, me asalta su desfile valiente invadiendo por la fuerza mis pupilas mostrándome sus almas cobardes, deformadas por la lujuria, la avaricia, y el miedo a través de sus ojos vidriosos y glaucos, enrojecidos por el esfuerzo y la tensión. Porque yo no tengo que hacer ningún esfuerzo en recordarles. Porque llevo años bajando los peldaños de una escalinata sin luz a la que ellos me invitaron. Se merecen pues que yo les invite a un magnifico billete a un abismo similar en el que puedan vivir sin poder escapar recordándome sin saber quien soy, cada segundo del resto sus tristes y miserables vidas.

Hoy por fin hemos terminado.
Ya esta todo hecho y ya saben que jamás podrán hacer un desfile más ni en publico ni en privado. Siento ahora con esta certeza, como mi boca se sala, como mis dientes se afilan y como el picor de las cicatrices se aviva, al pensar en sus deseos mutilados en su hombría deshecha, en su ruina total…en definitiva en sus vidas arrastradas que, si antes eran indecorosas y sucias, ahora los secuaces del poder de la envidia y de la traición conocerán la escalinata roja por la que me hicieron bajar y con suerte cuando repten por ella, llorando y suplicando, tal vez, quizás, un relampagueante rayo de luz ilumine sus cerebros descompuestos y crean necesario un poco, sólo un poco de arrepentimiento con el que poder untar sus pollas avinagradas, colgantes y muertas hallando así un bálsamo que pueda aliviarles la conciencia de lo hecho.

Creo, he llegado a creer, que merezco relamerme a gusto ahora. Porque me robaron. Me robaron mi vida, que ya nunca supo a algodón rosa, mi inocencia que se mudó al país de nunca jamás para siempre jamás, mi salud que se convirtió en su recordatorio mas vivo, mi dolor que adquirió nuevas dimensiones. Pero sobre todo me robaron la visión, el placer, la esperanza y un nombre. Dejaron a mis pies una escalinata que no tuve mas remedio que bajar y que me condujo a ese primer abismo donde los aullidos te sorprenden a cada minuto, en cada recodo, debajo de las sabanas, en brazos del amor, sóla y acompañada recorriéndote la espina dorsal e incrustándose en el cerebro como rayos. Dejaron como la baba de un caracol gigante, un mundo negro y pegajoso tras de sí, donde sólo soplaba aire frío y en el que los sonidos no existen. Dejaron miedo a las esquinas, a la manos que recorren tu cara, a los susurros en el cuello, miedo a respirar, a llorar, a hablar, miedo a mi propia belleza, miedo a mi nueva fealdad, miedo a todos.

Pero lo que nunca supieron es que dejaron algo más. Debajo de tanto miedo, escondida, reía sombría con su risa desgajada, la rabia. Rabia que se convirtió en mi amiga en sustitución de todos los amigos perdidos y los que nunca hice. Mi mejor amiga me llenó el estomago de piedras que me sostuvieron cuando me asomaba a las ventanas deseando realizar mi ultimo vuelo. Mi amiga me enseño a sonreír sin ganas a hablar con los dientes cerrados, y no decir nada, a lucir sinceramente bonita para engañar. Me aconsejó soltar amarras para que pudiésemos elevarnos y decidimos tirar por la borda los escrúpulos, la vergüenza, la timidez, la esperanza… y nos levantamos libres, ágiles sobre todos esos parajes grises, en que se movían mi pies desde aquella noche.
Hoy es necesario que mi amiga y yo nos despidamos.
Se abre ahora pues este segundo abismo vergonzoso en que vuelvo a estar sóla sabiendo que sin ella estaré desprotegida, y que ya podrán dañarme de nuevo las manos, los hombres, las mujeres, los nombres no nacidos, los susurros en la nuca, las manos trenzadas, las confidencias, el amor…

Considero que la definición del comienzo está inconclusa. Faltan palabras. Algunas las he escrito yo aquí. Pero estoy segura que todas aquellas a las que hayan obligado a caer por esa escalera, podrán completar el resto.

Para todas las que bajan la escalera de rojo cuajado;
Sabed que existe el rojo bermellón.

4 comentarios:

  1. Esto no es el comienzo del camino, ni mucho menos. Has recorrido un trecho abismal para encontrarte donde estás ahora. Para hablar desde la razón, tu razón, que es la única que has de comprender. La de la daga ensangrentada que se clava y gira para que la herida no deje nunca de manar. Hay cosas que nunca se olvidan, hay que vivir con ellas. Pero tambien se las puede matar. Es más satisfactorio y humano que dejarlas morir. Más necesario. Enhorabuena. No puedo más que apretar los dientes y reverenciarte a ti y a tu relato. Dudo que puedas escribir algo mejor, más cierto o más profundo. O hacer tuyo el lenguaje de este modo tan desgarrador. Se entiende y no se lee, se masca. Se hinca como un punzón y arranca al salir todo lo que encuentra. Sigue sorprendiendo al mundo, le queda mucho que ver de ti.

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  2. Creo en mi humile opinión de asiduo lector de este blog que encontré por casualidad que es uno de los mejores homenajes que se pueden hacer a las mujeres en esa situación. Espero que tan sólo sea un relato. Si es así, el merito al escirbirlo será el doble. Enhorabuena, opino igual que mi predecesor en opinar; haces que masquemos las palabras. No me toca dartelas, pero gracias por esperanzar con ese rojo Bermellon. No podias encontrar mejor foto.
    Un reto; ¿Podras hacer tuya la alegria en otro relato, tanto como la tristeza?

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  3. perfecto...haces que me aver´¨uence de compartir género con bestias sin alma como las que provocan esas bajadas ala infierno...por todas aquellas que bajan y logran subir esa escalera maldita...por las que quedan en el descenso...por las anónimas y las conocidas...por todas vosotras, mujeres, que alegráiis con vuestra sola presencia esta vida...por las madres,esposas,hemanas,novias ,abuelas..por todas

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  4. Gracias por vuestor comentarios y vuestros animos. Espero no defraudar nunca. Un abrazo muy fuerte a todos.

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