Igual que las respuestas que busca,
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Glauca dice :¿Por Qué?

Ad Hoc

miércoles, 5 de enero de 2011

Navidad, Navidad...



NAVIDAD EN TIEMPOS DE CRISIS


Hoy estoy algo rabiosa. He recibido algún que otro comentario y he leido miles de ellos criticando, a la Navidad , llamándola hipocrisia de masas y echándome en cara, que mi espíritu se deja imbuir del llamado espiritu navideño como si esto fuese algo vulgar y/o malo. Quiero hacer una breve reflexión acerca de la Navidad. Acerca de algo que creo todos de un modo u otro sentimos.

Parece que hay personas que encuentran satisfaccíón en fastidiar las fiestas a los demás con sus comentarios desnutridos de alegria y muertos de envidia. Son constantes sus burlas y desprecios por todo aquello que rodea a estas fechas aunque se trate de buenos sentimientos. Siempre he pensado que es como si una avaricioso que lo es durante todo el año, de pronto da una limosna y se le desprecia dicha lismosna.¡¡ Pero vamos a ver¡¡ Que más da¡ Aprovechemos que al menos un a vez al año, ha sentido la necesidad de compartir. No seamos tan tontos por favor.


Las fiestas de Navidad se han convertido, desde hace años, en parte de las de fin de año. Son fechas tope para el consumo, que todas las grandes firmas aprovechan para bombardearnos con la publicidad. La aglomeración de ofertas y la promoción de las marcas canalizan nuestros deseos hacia las compras, con el mensaje implícito de que la felicidad y la alegría de estos días está en función de lo que podamos poseer.

Los excesos de las fiestas, los gastronómicos y los de la tarjeta de crédito, se compensan con la necesidad de sentirnos felices, haciendo como los demás, pasándolo bien y disfrutando. La abundancia de las sociedades de consumo es la otra cara de un mensaje implícito, que hace poco pregonaban los autobuses publicitarios de un grupo de ateos: probablemente, Dios no existe, despreocúpate y disfruta de la vida.

Quizás estas navidades no sea posible seguir el consejo, despreocuparnos y disfrutar sin más. Hay muchas cosas que lo impiden, aunque no fuéramos cristianos y la Navidad sea una mera fiesta de fin de año. Se amontonan las noticias sobre la crisis económica, sobre hogares en los que ya no entra ningún ingreso, sobre recortes de salarios y de pagas extras, sobre la supresión de los 426 euros con los que sobrevivían cientos de miles de familias... la desesperación de muchos y la mia propia.

Probablemente, todos conozcamos a gente en paro y sin expectativas, a otros que las pierden a pasos agigantados y a muchos que luchan contra una pobreza vergonzante, de la que no tienen culpa, y que se esfuerzan por encubrir, porque nunca pasaron necesidad... Y si salimos al extranjero, el panorama es todavía peor, con más de mil millones de personas que viven con menos de un euro al día. Y todavia hay gente que por ver algún bar lleno en plenas fiestas se cree que no pasa nada, que todo es una exageración y que la gente se queja por vicio.

Por eso, no es posible ser indiferentes. Estas navidades podemos reavivar viejos recuerdos familiares de otras épocas. Aunque ya no seamos cristianos, podemos recordar que nuestros padres y antepasados celebraban la llegada del Mesías de los pobres; que el mensaje de la Navidad llama a la solidaridad con los más necesitados; que se anuncia la paz para los de buena voluntad, y que ésta exige luchar por la justicia y sentirse concernido por quienes lo pasan mal. No podemos despreocuparnos, aunque Dios no existiera, sino hacernos cargo de la dura realidad por la que atravesamos. Que ella nos toque el bolsillo y el corazón, que sepamos darle gracias a la vida (si es que no creemos en Dios) los que no tengan apuros económicos y que valoremos el significado de la Navidad como una fiesta de familia, de amigos y de relaciones personales.
Si no queremos dar, si no podemos hacerlo, al menos sonriamos a los que nos sonrien y hagamos que los que no pueden hacerlo, lo hagan al recibir nuestra sonrisa. Sintamos esa especie de abultamiento del espiritu, del corazon. Quizás nos guste tanto que decidamos vivirlo todo el año.

Y es que acumular bienes de consumo no es el secreto de la felicidad, sino tener personas con las que compartir, mucho o poco. Los más pobres hoy no son sólo los que no tienen nada material para celebrar, ¡que también!, sino gente solitaria que, quizás, tienen mucho dinero y perciben estos días su aislamiento, la falta de personas queridas que ya no están, las que hacían que la vida mereciera la pena. Hoy es dia de Reyes. Y por la radio la gente relataba como eran sus noches de Reyes, coincidiendo todos en que en realidad no recordaban los regalos que recibian si no la emoción del dia , el después más mayores, saber valorar el esfuerzo de sus padres, las ganas que tenian de hacer felices a sus hijos aunque fuese con una caja de Surtido Cuetara. Es eso de lo que nos alimentamos; de emociones, de ilusión de amor, Y eso lo que echamos de menos. ¿Acaso mi madre será menos feliz este año o tendrá menos mariposas en el estomago cuando den las 11.30 de la noche si mi padre no ha encargado a los RRMM un diamante ?
No cabe duda de que la Navidad es ambigua, dura y, al menos, agridulce, porque pone en primer plano las carencias humanas, simbolizadas por un niño que nace en condiciones tercermundistas. Y si Dios no existe, sólo queda el hombre, que es quien puede paliar el sin sentido de la vida y amortiguar el sufrimiento de tanta gente que lo pasa mal. Y no podemos perder la esperanza en el hombre. Debemos comensar por nosotros mismos. Ablandandonos, y si es necesario hasta volviéndonos cursiles. Y a los cristianos nos queda un mensaje de esperanza, tras la llamada a la solidaridad. Se nos ha dado la historia de un niño judío que nos enseñó lo que es importante en la vida y que anunció a un Dios que se hace presente en la miseria humana. Y es un Dios dependiente, simbolizado por la fragilidad del recién nacido, que necesita del prójimo para salvar y redimir tanto sufrimiento.

No hay que despreocuparse, aunque Dios no exista, pero si existe, sólo se hace presente en los que se sienten vulnerables con los que lo pasan mal e intentan compartir con ellos lo que son y lo que tienen. Y esto sigue siendo parte del núcleo de la Navidad en una época de crisis. Y no es cuestión de palabras, sino de formas de vida, de hechos y de relaciones interpersonales, porque el hombre aislado está condenado y el que no comparte lo que tiene (dinero, salud, cultura...) se empobrece. No quedarse tranquilo ante el sufrimiento humano es parte del mensaje a los hombres "de buena voluntad".
Por favor, compartamos nuestras sonrisas al mirar como si fuese la primera vez las luces de navidad .
Felices Reyes.

6 comentarios:

  1. No luches contra esos, la Navidad se lleva en el corazón durante todo el año. Quien no la ve ahora no la ve nunca.

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  2. Yo, como bien sabes, sí, soy uno de los críticos navideños. Y a mucha honra. Los benignos sentimientos, los "excesos crediticios y gastronómicos" ad hoc son tan inocuos como sus defensores. Sospecho que este comentario durará menos que lo que he tardado en redactarlo, pero tampoco puedo pedirle a los "renos" de Santa Claus que cambien sus cuernos por puntos de C.I. Por cierto, ¡feliz año! (No hay porqué no participar de la hipocresía colectiva)

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  3. Si no existe Dios, sólo queda el hombre. Buena reflexión. Y yo digo.. todos los que no creen que exista, hacen algo ? Si piensan que las soluciones están en sus manos..hacen algo?

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  4. Hay que ser mendrugo...de verdad. Que la gente es mas feliz en navidad porque es navidad..y que? Tal y como todo está hay que serlo a cada instante. Ni hipocresia ni pensamientos tan sublimes que no permitan ver el día a día que nos toca vivir. Hay que ser pleno o intentarlo sea la fecha que sea. Desde el respeto a los demas y siendo menos sibaritas. El C.I. no hace que nuestras sienes sean más plateadas, sino el estress diario. Por eso hay que pensar menos en los empujones de la cabalgata y dejar siempre que sean los niños quienes se pongan delante a coger los caramelos. A ser felices y disfrutar de la vida!!! Al final los que tanto critican son los más hipocritas...jejeje. Un abrazo y feliz año (salvando el retraso. Mis mejores deseos para el 2011 y este blog.

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  5. Yo no se de qué van los comentarios que aquí se publican, pero francamente,a " Sin complejos" le diré que me pareces efectivamente un sibarita perdido en el disfrute de sus propios exesos que santifica y perdona sólo porque él los comete. Cualquier exeso es malo, incluido el almibarado, sea la fecha que sea, pero en el artículo se defiende un termino medio,por lo que Glauca,..nuevamente contais con mi beneplácito.
    Los niños cogiendo caramelos son un latazo, pero tambien reconozco que sus risas son las mias. Me gusta la idea de ser felices cada día. Me gusta la defensa de lo cursi y me gusta que lo defienda alguien que lucha por que otros no vean en un abrazo, en una sonrisa o en una felicitación sólo hipocresía. Que desgraciada es alguna gente, y que sóla está.
    Glauca, me encantaría poder ver las luces de nuevo. Sabes como hacerlo?

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  6. No nos metamos tanto con la opinión del pobre Sin Complejos. Recordemos que este blog es de glauca y estos debates se los debemos tan solo a sus excelentes textos.
    Viejo amigo sin complejos, yo te animo a que este año te propongas hacer un maravillo blog propio donde conocer más tus entresijos y que asi seas uno más en nuestras vidas, cual perro de porcelana en la entradita de casa de la tia que no se suele visitar.

    Alegra esa cara hombre, que en el fondo eres mu salao!!! :)

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