Igual que las respuestas que busca,
Glauca es ambigua.
Nace del fondo y en el fondo.

Glauca dice :¿Por Qué?

Ad Hoc

sábado, 29 de mayo de 2010

Uououou y granadina con hielo.

Imagina la escena querido amigo:



Cansada, la limpiadora de los vestuarios da las últimas pasadas a las instalaciones ya vacías a esas a horas con la vieja fregona, antes de marcharse finalmente, con toda probabilidad, a poner los pies en alto. Es sábado...!que menos ¡ , piensa ella. Aunque la tarde, benigna , acompaña y tal vez, no este de más, darse un paseo con su novio.
De pronto, la sorprende lo que parece ser una risa suave y picarona. Estaba casi segura de que ya no había nadie, pero no hay duda de que de las duchas femeninas proviene una divertida risa.
Prudente, se acerca a la puerta y comprueba que no hay nadie en los vestuarios así que asoma la cabeza por la puerta de las duchas, donde contempla un tanto asombrada, a una mujer con la cabeza sujeta por las manos, con los ojos cerrados, baja el agua y aun con una sonrisa en los labios.
La limpiadora debe estar de buen humor porque casi se resiste a interrumpir a la chica en sus risueños pensamientos.
La mira una vez mas, siente curiosidad y se retira discretamente dejándola terminar.

Justo entonces, la chica cree que ha oído unas pisadas y abre los ojos mirando a su alrededor. No hay nadie.
Sube la temperatura del agua y se vuelve de espaldas para terminar de enjuagarse el pelo recreandose de nuevo , en el placer y en el descanso que siente su cuerpo entumecido, después de media hora surrealista en una piscina olímpica de agua templada con el sol de tarde filtrándose por el final de las calles centrales y donde tan solo se oía su respiración, el golpear de su corazón frenético y un dulce y rítmico chapoteo.
Aun lleva prendida de la muñeca una espantosa pulsera de cristales de colores que ha encontrado en el fondo de la piscina. Suele ocurrirle. No es ninguna novedad, pero añade un punto más de extrañeza a esta tarde de color albaricoque que comienza a sonar a olas de mar.
Otro más, porque casi se cae de las sandalias cuando al salir del agua, ve unas letras enormes impresas en un bolsillo lateral de la mochila del salvavidas; ARCADIA.

Termina de secarse. Con parsimonia.¿Que sensación no tener prisa ¡ Ha decidido no tenerla esta tarde que se va a dedicar .No podría ser de otro modo. La cabeza la lleva embotada y el alma le arde.
El cosquilleo del agua fría resbalando por la espalda le arranca otra risa, y vuelve a imaginar que cuando ella dentro de un ratito, ande por el salón de su casa con el pelo envuelto en una toalla, escuchando los acordes de Diana Krall y con una granadina con hielo en la mano, en otra habitación, lejos de allí, donde un bebe duerme y unos amigos toman unas cervezas, un personajillo de ridículos ricitos, canta por televisión la dichosa cancioncilla del ouououo,…
E imagina que tal vez, quizás, a alguno de los que rien y conversan en esa habitación le apetezca durante el tercer gritito eurovisivo escaparse a bordo de la nave hacia mundos donde reine el silencio azul marino y las sirenas saluden a tu paso.

1 comentario:

  1. El relato divertido...la imagen de la nave Arcadia...no encuentro una palabra para definir donde me ha llegado.

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